La vida es bella

La vida es bella

lunes, 20 de octubre de 2008

Agradezco



















Agradezco tu engañado,
Porque tu falsedad me dio a entender el valor de la sinceridad.

Agradezco tu mezquindad,
Porque tu miseria me ayudo a sentir la satisfacción del dar.

Agradezco tu egoísmo,
Porque tu individualismo me hizo ver con gusto la solidaridad.

Agradezco tu traición,
Porque tu alevosía me despertó entendiendo el valor de la lealtad.

Agradezco tu incumplimiento,
Porque tu informalidad enseñó el beneficio de la responsabilidad.

Agradezco tu grosería,
Porque tu descompostura me enseñó la importancia del respeto.

Agradezco tus peleas,
Porque tus riñas me enseñaron a buscar siempre la paz.

Agradezco que me hayas dejado sola,
Porque con tu desinterés nació la busquedad del trabajo en equipo.

Agradezco tu incredulidad,
Porque con tu desconfianza aprendí lo vital de la Fe.

Agradezco tu malicia,
Porque de tu perversidad aprendí lo agradable de pensar y actuar en el bien.

Agradezco tu maltrato,
Porque de la humillación salio el impulso a vivir mejor y en el amor.

Agradezco tu odio,
Porque de tu rencor nació mi búsqueda al mundo de Dios.

Agradezco tu obstinación,
Porque de tu intransigencia apareció lo agradable de la tolerancia.

Agradezco tu inconstancia,
Porque tus frustraciones me han enseñado el valor de la perseverancia.

Agradezco tus burlas,
Porque de tus mofas aprendí a forjar mi voluntad.

Agradezco tu retroceso,
Porque tu rechazo me impulso a evolucionar.

Agradezco tu canallada,
Porque tu ruindad me motivo a proponerme que cada día debo ser mejor y por ello tomar la mejor actitud en pro de mi y la vida de los demás.

Agradezco que me hayas defraudado,
Porque de la decepción comprendí el valor de mi nombre, Esperanza.

Y agradezco a
tod@s los que me han enseñado, porque por cada uno y por cada cosa, emergió en mi el deseo de acercarme cada día mas al mundo divino de Dios y al amor; entendiendo que de lo malo se puede sacar cosas buenas así que todos tenemos algo que enseñar y algo que aprender.

© Espe

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