Miro tus manos tranquilas
y que los pozos más claras.
¡Tan negras las paraparas
relucen cual tus pupilas!
tú las recoges. Vacilas
mientras la risa despuntas;
tu voz me tira sus puntas
y a pleno sol meridiano
cerrando toda la mano:
¿Cuantas habrá?, me preguntas.
Clavel de trémulos dones
pone a sangrar tu corpiño,
y hasta mi propio cariño
juegas al pares o nones.
Quizás te muevan razones
que confesar no has querido;
por eso al verme perdido
dices con aire señero:
Tiras mi suerte en azares
que son un grave tormento;
tus dedos cuento y recuento
y van saliéndome pares.
De dos en dos tus lunares
llevan atrás mis antojos.
Pares tus ósculos rojos
que le robé a la fortuna,
y como aljibes con luna
me dicen pares tus ojos.
Hasta los dengues sencillos
en ti son mimos ardientes,
y pues son pares tus dientes,
pares los blancos tobillos,
pares los senos saltones;
pienso por muchas razones
que tu cariño me gano.
Pero al abrirte la mano,
tu corazón dice: ¡Nones!
y que los pozos más claras.
¡Tan negras las paraparas
relucen cual tus pupilas!
tú las recoges. Vacilas
mientras la risa despuntas;
tu voz me tira sus puntas
y a pleno sol meridiano
cerrando toda la mano:
¿Cuantas habrá?, me preguntas.
Clavel de trémulos dones
pone a sangrar tu corpiño,
y hasta mi propio cariño
juegas al pares o nones.
Quizás te muevan razones
que confesar no has querido;
por eso al verme perdido
dices con aire señero:
Tiras mi suerte en azares
que son un grave tormento;
tus dedos cuento y recuento
y van saliéndome pares.
De dos en dos tus lunares
llevan atrás mis antojos.
Pares tus ósculos rojos
que le robé a la fortuna,
y como aljibes con luna
me dicen pares tus ojos.
Hasta los dengues sencillos
en ti son mimos ardientes,
y pues son pares tus dientes,
pares los blancos tobillos,
pares los senos saltones;
pienso por muchas razones
que tu cariño me gano.
Pero al abrirte la mano,
tu corazón dice: ¡Nones!
Ernesto Luis Rodriguez
3 comentarios:
Extraordinario y sentido poema. Uno de mis favoritos. Lo oí por primera vez de un cuñado muy querido, me lo recitaba sentida mente cada vez que se lo pedía. Un poema de mis favoritos.
Mi favorito. Excelente.
Me encanta ,mi padre lo recitaba bellísimo!!!
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