La vida es bella

La vida es bella

domingo, 29 de enero de 2017

Punto final





Punto final, algunas veces uno desea tanto colocar ese punto final que se requiere colocar a una historia que parecía linda, y se transformó en una terrible historia que nunca quisiste vivir que lo intentas tantas veces como puedes, pero el punto final tiene su único sentido y solo sirve cuando esa historia realmente llega a su final, del resto todos esos tan ansiados puntos finales que intentaste colocar simplemente, y sin desearlo solo se convierten en comas, punto seguidos, puntos y aparte o peor aun en puntos suspensivos, solo cuando llega el verdadero y tan ansiado final es que ese punto que volviste a colocar como final no se convierte, no se transforma, ni se desdibuja, es un real, verdadero, es el tan ansiado y feliz punto final.

Pasa el tiempo, y te dices, ese si, te volteas y lo vez, ya sin dolor, especialmente sin miedo y con dificultad logras ver atrás y allí está, inerte, grande y fuerte, ni se mueve, ni se convierte, allí está firme y lo sientes, lo vives y lo disfrutas, te sientes segura porque ya nada lo necesita inmolar, porque ya esa horrible historia después de tantos años llego a su ansiado final.

Y es cuando entiendes que todo final llega cuando tiene que llegar no cuando tu quieras y aunque hayas deseado que ese punto final haya llegado años antes, años que parecieron décadas, que perdiste tiempo, pensamientos y sentimientos en una historia que escribiste por error, que la iniciaste creyendo que iba a ser la mas hermosa, tierna y amorosa historia pero la convirtieron en la mas espeluznante, malvada e insensible, pero como las cosas se pueden convertir dependiendo el corazón de quien las vive, esa misma horrible historia la convertí en arte, la convertí en mi mayor, mas cercana, hermosa y emotiva experiencia espiritual que me hizo conocer y vivir de muy cerca el gran amor de Dios, de tan cerca que pudiera decir que lo toque, lo sentí en todo mi cuerpo, lo sentían y lo irradiaba que era imposible de ocultar.

De esa horrible historia mas nunca será borrado, ni será cambiado ese punto final tan ansiado, ya no hay nada ni nadie que lo quite, nada que lo transforme, pero de la nueva historia que comencé con Dios para poder salir de la otra, no habrá un final, no lo quiero, no lo espero, ni lo anhelo, esta historia de amor verdadero merece lo mejor porque me ha dado lo mejor, me ha dado mas de lo inesperado, de esta grata, llena de gozo y satisfactoria historia podrán venir comas, puntos seguidos, puntos y aparte o quizás muchos puntos suspensivos, los que quieran, pero nunca tendrá ese llamado, punto final.


Espe.

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