Te fuiste mi buen amigo

Te fuiste mi buen amigo
para estar cerquita de Dios
la violencia quiso llevarte
y nosotros te tuvimos que decir adiós.

Un adiós para siempre
que no tuvo ninguna razón
esas muertes inexplicables
que solo se hacen sin corazón.

Pero tu corazón nos dejaste
porque fuiste puro amor
ese amor del bueno,
que a todos nos llego al corazón,

Tu huella es imborrable,
por todo el amor que de tí brotó,
siempre será inigualable
porque la hiciste a puro amor.

Tus atenciones gratificantes,
tu caballerosidad para tu edad,
nos hizo apreciarte
como no lo hizo nadie más.

Tu alegría desbordante
nos llenaba de pasión
y esa sonrisa tan brillante
que nos iluminaba el corazón.

Una palabra de aliento
nunca te faltó;
Un buen consejo
siempre te sobró.

Sean feliz nos decías
con todo tu corazón
eramos felices contigo
porque tú nos dabas amor.

Todo cambió,
cuando a mi vida entró,
un buen corazón,
que no sabia de razón.

Mil gracias yo te debo,
mil gracias yo te di,
en mi última despedida
con todo mi dolor,
cuando aun tu cuerpo muerto estaba,
en la caja del adiós.

Fuiste un excelente amigo
que me llenó de mucho amor
guardare tus últimas palabras
muy profundas en mi corazón.

“Gracias mi siempre hermosa y tierna amiga, te quiero mucho”
Que me arrugan el corazón,
Yubert, yo te querre por siempre,
porque estas en mi corazón,
gracias soy yo las que te doy,
por regalarme todo esos días,
el amor que te salió.


© Espe.