Cuando un amigo se lo lleva el sueño eterno,
cuando ya su sonrisa no nos ilumina el camino,
y al despertarnos,
recordamos tristemente que solo en nuestros recuerdos quedará,
y nos quedará ese algo que quizás hubieramos pudimos haber hecho más por ti.
Solo ahora puedo darte el más grande acto de amor,
estarás siempre presente en mis oraciones,
porque tu cuerpo no andará por estos caminos,
solo tu alma rondará por las sendas hacia Dios,
que ansioso anhela tu llegada,
aunque nosotros no anhelábamos tu partida.
Espe.